Cortés, Adriana
Columna: Mi libro
Un hombre cerca en Silvia Molina
El Financiero, 22 de diciembre de 1992
La tormenta: de pronto el cuate que ella conoce empieza a invadir su intimidad. No se da una relación de igualdad o de generosidad. Es una relación de poder. Le llegan a su departamento unas pesas, un estéreo, una televisión, él nunca le pregunta “¿puedo traerlo?”, entonces ella se ve afectada en el orden de su vida.
La única pareja que me falta en Un hombre cerca es una relación feliz, pero yo siento que eso es muy difícil. Es como los finales de los cuentos infantiles, el happy end. En primer lugar no sé si exista la verdadera felicidad y me interesa más el problema, la dificultad humana. Por ejemplo, Mara es el personaje de la amante transgresora. La esposa no es la tradicional. No es una mujer chapada a la antigua, es una mujer de mundo que comprende que su marido necesita enamorarse y así poder tener energías para vivir, sobre todo cuando su relación está gastada. Es un cuento sobre celos tremendos. Y queda abierto el final. Posiblemente una de las perspectivas del cuento es que la relación de pareja cambia a partir de ese momento.
Cuando empezaba a plantear el texto me daba cuenta de que lo importante no era el erotismo del cuento, sino el ser humano que había dentro de los personajes. El ser humano que hay en una hija, en una amante, esposa, sobrina. Me interesaba más el conflicto que la relación erótica que pudiera existir realmente entre los amantes.
Yo siento que en realidad en casi todos mis personajes estoy de una manera o de otra, quizá no tal como soy, sino como me hubiera gustado ser. Es un reinventarse y vivir la experiencia ajena. El personaje de la mujer que tiene una vida así como caótica se me hace interesante, la que involucra en una de sus aventuras a una de las compañeras que es más inocente.
Mara: me gusta por transgresora, no quisiera estar nunca en su pellejo, no soy de hecho una mujer destructora, quizá ella me atrae porque yo nunca lo podré ser. Me interesa en la medida en que es el motor de la destrucción de una pareja. Mara es la diosa que trae la muerte a los hindúes, atrapa el alma del cazador en un espejo y causa su muerte, según una leyenda gitana. Mara es eso en muchas mitologías.
Fantasmas lo incluí porque de alguna manera en este cuento se plantea la cercanía de un hombre distinto. Esta historia es parte de la experiencia familiar que viví. La relación entre la niña, su tío y el chofer. Es una relación bonita.
Ahora estoy trabajando en un novela pero voy muy despacito, soy más bien lentona. Tengo ya con ella como unos seis meses y no sé cuándo la voy a terminar. El narrador es un hombre que cuenta su vida y sus amores, es un médico que se acaba de divorciar y recibe anónimos de una mujer y en el tercero se engancha, le parecen interesantes las preguntas que le hace esta mujer. Piensa que tal vez sea una oportunidad para hacer un recuento de su vida. Suceden muchas cosas y hay también parte de la historia de México en la novela. |