Autor: Fierro Medina, Carlos Alberto Facultad de Filosofía y Letras Letras Españolas Universidad Autónoma de Chihuahua Publicado en la revista electrónica Exprésate el 2011-03-11
Una historia muy peculiar que trata de una joven mexicana que viaja a otro país por motivos de estudio. En este lugar, por causas del destino, conoce al amor de su vida, y aunque en un comienzo pareciera que a ella no le agrada tanto como él quisiera, se enredan lentamente hasta enamorarse por completo, pero, por causas del destino, su amor no puede ser.
Él es un poeta, una persona que no puede estar encerrada y con una beca que le paga sus estudios en diferentes lugares del mundo. Ella es una jovencita que no es parte de ese país, no conoce el lugar tan bien como ella quisiera y por otro lado vive con la tía que la mantiene y la cuida como perro protector. La relación que llevan en pareja se desarrolla gracias a que ella es una niña que se siente protegida por él y él un hombre soñador con la necesidad de mostrarle el mundo a esa niña inocente y desprotegida. Claro que por falta de pantalones este amor no se puede dar, aquí el destino no tiene nada que ver. El simple hecho de temerle a la vida es el comienzo del final y es el mismo final lo que nos lleva al comienzo.
Es interesante que la novela no comience como tal. Hay una introducción con palabras del que fuera su amor y una especie de diario que lleva con las cosas que suceden en el exterior y en su vida personal, es como si relacionara su vida personal con el mundo exterior, como si supiera de antemano que la joven mujer no puede salir de su encierro y sólo pudiera extraviarse en palabras por causa de su amor imposible. Yo creo que es una especie de metáfora, como si todos los lugares del globo terráqueo le regresaran a su amor o si tan solo le hicieran olvidar ese instante que ya no quiere recordar. Aunque las palabras que escribe al final me parecen un tanto oscuras y sin sentimientos, expresa, de alguna manera, que su vida se acabo.
Aclararé un poco las cosas, mi opinión acerca de esta novela se basa en los pocos conocimientos que tengo de Silvia Molina y bastante lectura de la novela.
Una novela bastante interesante. Yo como lector que se jacta de leer mucho y entender poco, con poca experiencia con este tipo de novelas, me hace pensar que es una autobiografía, aunque no lo investigué, sus palabras reflejan bastante un sentimiento de melancolía como si fuera un estado de depresión que no deja de golpearle el pecho. Y me atrevo a comparar un poquito a Silvia con una escritora bastante famosa e interesante, una escritora que posee una singular manera de escribir, me refiero a Virginia Wolf, también con síntomas de depresión, muy melancólica la señora. Su forma de escribir es como si los recuerdos en su mente se plasmaran con finos colores de agua en el inmenso espacio que se vacía a nuestro alrededor. Y mira nada más que interesante, “la Woolf” como la nombra Silvia en esta novela, es uno de sus personajes, aunque aparece muy poco, es una parte muy importante de la novela ¿Tendrá que ver algo con ella? No lo se, pero sería fascinante averiguarlo, en estos momentos no importa si “la Woolf” era su heroína o algo así, lo que si me agradaría saber es, si “la Woolf” se interesaría en leer la novela de Silvia, claro como mexicano me gustaría saber qué pensaría “la Woolf” de los escritores mexicanos, y si esto sucediera ¿Cuál sería su reacción? Y ¿Qué opinaría ella de su manera de escribir? Creo que le agradaría bastante y hasta llegaría a pensar que serían muy buenas amigas, bueno, eso espero yo. Es una manera muy extraña esta forma de escribir, tanto Silvia como Virginia entretejen sus obras de una forma muy sutil, cocina muy bien la historia con sus recortes de diarios creando una pequeña novela antes de la historia, me pareciera una manera de crear poesía formando metáforas con el estilo.
Regresando con “la Woolf”, que me parece una muy buena escritora y sobre todo en su libro “Las Olas”, en donde entrelaza una telaraña muy complicada. Para comprenderla se necesita un talento especial, como ya lo mencione, crea fantásticas imágenes en su poesía. Es una escritora muy compleja a diferencia de Silvia, aunque se acerca mucho a este tipo de escritura, tiene una manera de narrar tan sencilla que cualquiera podría entenderla, claro, sin perder ese estilo de desorden ordenado que nos ofrecen ambas escritoras. La forma de intervenir con sus personajes es muy extraña es algo que nunca había visto, los diálogos entre varias personas pero sin personas sólo el narrador describiendo su plática con los personajes y hasta dialogando sin recibir respuesta de estos, bueno, eso pareciera aunque si hay un dialogo al menos en su mente y en su imaginación, es una manera muy seductora de atraer al público. El pequeño texto del galán al comienzo de la novela es algo que deja sin aliento cuando llegamos al final de la novela, se unen principio y final. Me parece muy interesante porque no crea una línea sino una red que une todas las partes de la historia, es envolvente la manera con la cual nos atrae hacia la trama, se asemeja a una madre con su hijo en el regazo tratando de alimentarlo. Y aunque tuviera esas pequeñas partes en otro idioma, que fue lo que a mi me disgusto de la novela, se puede decir que se entiende sin la necesidad de conocer el idioma, aunque también nos describe su capacidad para imaginar y crear una novela de este talle, de formar oraciones en varios idiomas y atraer un tanto más al espectador, por decirlo así. En lo personal a mí me recordó un pequeño texto que escribí y que ya había olvidado:
“A cualquier parte que voy, any were in the world, México en mi corazón”. Pero dejémonos de tonterías y regresemos con Silvia que es su momento y no le queremos manchar su espacio en blanco. Ahora, imagínense, si a mí que soy un estudiante promedio de nivel superior me hizo recordar algunos sentimientos y palabras ¿Qué haría con ustedes? Sabemos que todas las vidas son diferentes e iguales de alguna manera, Silvia en su novela crea una historia muy singular y cotidiana, un romance perfecto, muy común, pero imposible por causas del destino o simplemente por no tener el suficiente coraje para salir y enfrentarnos a la vida.
Muestra una procesión de eventos en la cual evidencia que no simplemente la libertad de pensar es libertad, también la expresión de emociones y de la verdad sin temor a que la conozcan, por ambigua que ésta sea. El tiempo no espera por nadie ni la vida se vive por sí sola.
En la novela encuentro algunos textos interesantes que me gustaría que conocieran. En el primer capítulo tenemos este pequeño fragmento: “Puedes fingir que estás fingiendo, puedes simular, que eres tú, que es tu deseo y no tu olvido tu verdadero cómplice, que tu olvido es el invitado que envenenaste la noche que cenaron juntos. Puedes decir lo que quieras, eso será la verdad Aunque no puedas ni puedan tocarla”. Me intriga cómo es que no puede esconder la verdad, la verdad que ella trata de disimular, que por miedo y por ser una extraña en este lugar, no quiere aceptar. Es un principio que ni a “la Woolf” se le hubiera ocurrido. Es una mezcla de estilos lo que nos muestra Silvia. Es como la evolución de Virginia. Otro pedacito de la novela que me parece interesante es éste:
Ahora si se va a cantar la posada. No terminan de ponerse de acuerdo. Y los ingleses que tratan de participar en la fiesta, ¿qué pensarán de todo este desorden? Te deberías de parar a ver cómo rompen los niños la piñata. ¡Que barbaridad! No sé que es lo qué te interesa a ti, no pongas esa cara de enferma, ponte polvo en la nariz... Ves, te están haciendo señas para que vayas. ¡Qué bonita rosa!, tú que estudias antropología, de paso, explícale a la vecina qué cosa es una piñata y no me digas que no sabes, sería el colmo. Verá usted Mrs. McDonald, una piñata, It´s that beautiful thing you are looking at. Sólo porque es usted la dueña del perrito que me cae tan bien voy a decir que es barro y olla, que es recortar papeles, papelitos y papelotes, qué es engrudo, qué es embadurnar, qué es artesano y el resultado: burritos, estrellas, canastas, aves, muñecas y esa rosa, ¡esa rosa preciosa! Y por ser usted so very nice le voy a contar lo que me dijeron antes de estudiar antropología, cuando le pregunté a mi profesora, ¿qué es el pecado? y ella argumento: Es como la piñata, algo que parece por fuera precioso, pero hay que romperlo, así romper la piñata es una fiesta, bueno al menos fue lo que ella me dijo y yo se lo paso al costo”.
Una pequeña parte del texto donde muestra cómo la mezcla de idiomas enriquece y ameniza la novela, también podemos observar cómo los diálogos se desarrollan sin necesidad de aclarar quién o quiénes son los participantes, y aunque parece un enredo, es sencillo comprender que son personas fuera de su agrado.
En conclusión, creo que es una novela bastante buena, aunque con algunos errores de escritura y faltas de ortografía, es una historia que merece ser leída y bien recomendada por mí. Es algo diferente a lo cotidiano. ¿Novela? Pues no lo sé, tiene un estilo que nunca había visto pero me atrajo y creo que es una manera de innovar, que me enseñara que existen más de dos tipos de escritura. Júzguenla ustedes mismos. Interesarse por las cosas nuevas y diferentes a la costumbre, es romper las ataduras que nos impiden llegar a la libertad que tanto anhelamos. |