La Jornada de enmedio

El librero, 21 de septiembre de 2008, p. 11a.

“Los escapes de la monotonía”

Aun cuando sea sólo una vez, todos hemos sido apresados por esa sensación que cierra la garganta y amenaza con ahogarnos si no se desprende uno de ella. Y sólo esperamos escapar. Alejarnos de todo y de quienes nos rodean. Encerrarnos en nuestra ciudadela para desde allí resistir mejor los embates de esto que llamamos vida.

Silvia Molina atrapa este sentimiento y entrega una novela que lo cerca, lo desmenuza y da luz sobre de éste. En silencio, la lluvia nos lleva por la fuga de una mujer que hace una investigación en Bélgica sobre la pintura flamenca. Sólo que allí tendrá dos encuentros con otras mujeres –una en el pasado y otra en el presente– que le cambiarán su forma de pensar y hasta la vida misma. Fuga basada en su frustrada relación de pareja y en las diferencias con su familia.

Pero es en ese escape al extranjero que se topa con las beguinas del siglo xvi: mujeres alejadas de la sociedad que construían sus propias pequeñas ciudades. Mujeres en rebeldía con las formas de su época. Al mismo tiempo, en sus andares por la ciudad europea, conoce a Irene, bella mujer colombiana con grandes logros profesionales que de pronto ve quebrado su matrimonio. Y es en estos dos reflejos que la protagonista se da cuenta que debe ser honesta consigo misma y perseguir lo que en realidad quiere.

Con En silencio, la lluvia, Silvia Molina invita al lector a un viaje profundo a su interior. A su lugar que nos hace repensar lo que realmente importa en nuestra vida.