Mi familia y la Bella Durmiente cien años después El cuento favorito de María es La Bella Durmiente, y el tío |
Rivera, Amalia: Varias mujeres |
Rivera, Amalia La Jornada Semanal, nueva época, núm. 187, 10 de enero de 1992, p. 9. “Varias mujeres”
El análisis de personajes siempre ha despertado el interés de lectores y crítica al estudiar la obra literaria. Lo ha sido igualmente de la antropología feminista que no ha dejado de lado loa personajes surgidos de la literatura hecha por mujeres de donde han derivado tipologías interesantes para ejemplificar una realidad.
Así, los siete relatos que integran el libro más reciente de Silvia Molina, Un hombre cerca, nos ofrecen un desfile de mujeres que permite una caracterización compleja y original de la mujer de hoy. Escrito con la pulcritud de quienes ya dominan el oficio y con la sencillez deseada por muchos, lograda por pocos, la autora nos presenta atmósferas cotidianas en las que el tiempo interior como los circunloquios trascurren a la par de la acción. Sus mujeres rehúyen las relaciones tediosas, son independientes, deciden su vida, y de ella sale el hombre infiel. En “Nigthmare (La noche de Mara)”, la protagonista de pronto se ve atrapada en el absurdo de departir con su pareja un triángulo con la amante en un interesarte juego de odios y rivalidades donde la voz interior de la esposa engañada es el eje. Las mujeres de Molina, aunque independientes, no han destruido sus temores primigenios, y en ellas nunca deja de asomar el fantasma de la infancia, del pasado con todos los prejuicios y tabúes inculcados (“Mentira piadosa”). Uno de los relatos particularmente interesante en su temática, y que ha sido poco abordado en la literatura, es el de la relación padre-hija en la confrontación autoritarismo-patriarcado-sexualidad. En “Hospital”, el padre aparece desmitificado: no es más que el hombre caduco, desprovisto de todo poder que yace desnudo en una cama de hospital; la hija con sus pensamientos ha echado por tierra el mito del amor filial. Ojalá que Silvia Molina Premio Xavier Villaurrutia 1977, entre otros reconocimientos, siempre prolífica, incursionara en este mismo en una próxima novela. Otros dos relatos que sorprenden por su concepción son “Tormenta” y “Una mandarina es una mandarina”. En el primero se halla la mujer de la que se hablaba al principio: la que no está dispuesta a dejarse envolver en el tedio, a aceptar imposiciones, a vivir una vida ajena; en el segundo destaca la estructura sólida y bien redondeada del relato en sus aspectos formales. Un buen libro que se lee de un tirón. Luego, se relee algún relato dado que todos ellos mueven a la reflexión. De la también autora de Imagen de Héctor (novela, 1990), se ha dicho que es una de las plumas con más personalidad de la literatura actual, Un hombre cerca así lo confirma. Silvia Molina, Un hombre cerca, Ed. Cal y Arena, México, 1992. |